Juan Antonio Toledo, referente del empresariado bonaerense y cofundador de la cadena de supermercados que lleva su apellido, murió a los 89 años. La firma, nacida en Mar del Plata y luego expandida a distintas localidades, fue la encargada de difundir la noticia sin dar a conocer los motivos del fallecimiento.

Nacido el 26 de agosto de 1935 en Igea, España, Toledo llegó a Mar del Plata en los años 50 acompañado por su familia. "Cuando nos vinimos para América, despedirnos de mi tía Victoria y de mi tío Julián fue durísimo. Pero para mí fue mucho más duro despedirme de mi abuelo y de mi abuela. Costó que me arrancaran de los brazos de mi abuelo. Fue tremendo lo que lloré. Fue desgarrador".

Sus comienzos en el país fueron tan humildes como intensos: con tan solo 15 años comenzó como lavacopas en un restaurante y, con un emprendimiento familiar en una quinta, se transformó en vendedor de verduras en bicicleta. Luego, ante el aumento de la demanda de hinojo, acelga y lechuga acompañada por la expansión del negocio a la siembra de zanahorias, papa y zapallo, el joven entusiasta compró un camión para hacer los repartos.

El sacrificio formó parte de la vida de Toledo en busca de un progreso aún mayor. Juan Antonio conoció a Domingo Linardi, dueño de una carnicería junto a una verdulería, y entabló una relación que pronto se convirtió en aprendizaje. Al poco tiempo, utilizando sus ahorros, abrió su propia carnicería con una heladera de cuatro puertas, una sierra, una picadora de carne y una máquina para hacer chorizos. El antecedente que daría lugar al primer imperio de los supermercadistas.

La familia tomó protagonismo entre los ciudadanos y las tareas diarias, dado que no frenaban ni los domingos, quedaron definidas: él se ocuparía de la carne, su madre de la fruta y verdura, y su padre abastecería el local con productos de la quinta.

"Tenía un entusiasmo bárbaro porque había sido un poco idea mía", contó años después frente al orgullo de la familia, quien al cabo de pocos años lo acompañó en una nueva y desafiante aventura: "Lo hablamos en familia y nos decidimos: ‘¡Vamos a meternos!’". Así nació Toledo: un supermercado que contaba con carnicería, verdulería, frutería, almacén y un autoservicio.

El apellido quedó ligado al consumo masivo en toda la Costa, dada la rápida expansión y producto de la irrupción del código de barras en su mercadería. Toledo dejó una huella en la innovación del comercio a gran escala. En la actualidad, la marca Toledo reúne cerca de 40 locales entre supermercados, hipermercados y mayoristas

Antonio Toledo, en una entrevista con Café por Medio.