Esta semana, Rosalía quedó en el centro de una fuerte controversia internacional. El prestigioso y polémico diseñador español Miguel Adrover rechazó públicamente una propuesta para vestirla, argumentando motivos políticos. A través de un intercambio de correos que se viralizó en redes sociales, su equipo dejó en claro que el creador mallorquín no trabaja con artistas que no se hayan pronunciado a favor de Palestina

Las declaraciones generaron un torbellino en redes sociales. Mientras algunos celebraron el gesto como un acto de coherencia política, otros apuntaron contra Adrover por usar un episodio privado para promocionar su documental “The Designer is Dead”, producido nada menos que por C. Tangana, ex pareja de Rosalía. La coincidencia de fechas entre el estreno y la publicación del conflicto alimentó teorías sobre una jugada de marketing.

“Lo sentimos, pero Miguel no trabaja con ningún artista que públicamente no haya mostrado su apoyo a Palestina”, le escribió alguien del equipo del diseñador al team de estilistas de la catalana. “Haciendo lo correcto. El silencio es complicidad y más aún cuando tienes un gran altavoz que millones de personas escuchan cuando cantas. Es por eso que tienes la responsabilidad de usar este poder para denunciar este genocidio. Rosalía, esto no es nada personal. Te admiro por todo tu talento y por todo lo que has logrado”, escribió Adrover en ese post. 

Las respuestas del diseñador al equipo de Rosalía. Crédito: Instagram.
Las respuestas del diseñador al equipo de Rosalía. Crédito: Instagram.

Frente al aluvión de críticas, Rosalía rompió el silencio en sus historias de Instagram, sin afectar su feed habitual de alta costura y vida pop internacional. Pero su respuesta —leída como ambigua y distante— dejó un sabor amargo. La artista habló de “lo que está pasando”, evitó referirse directamente al genocidio y no nombró a Israel. Su defensa se centró en rechazar “el señalamiento horizontal entre artistas” y prefirió apuntar a “los de arriba”, sin especificar quiénes. 

“He seguido con gran tristeza lo que se ha venido diciendo estos días. Desde ya acepto que lo que escribiré aquí será incompleto e imperfecto, pero es mi verdad y está escrito con la mejor intención”, comparte la cantante en redes sociales. “El hecho de no haber usado mi plataforma de forma alineada, con el estilo o expectativas ajenas, no significa en absoluto que no condene lo que está pasando en Palestina. Es terrible ver día tras día como personas inocentes son asesinadas y que los que deberían parar esto no lo hagan”. 

Rosalía continuó su discurso diciendo que, para lograr la lucha por la libertad de Palestina, lo último que se debería de hacer es avergonzarnos los unos a los otros. “Creo que el señalamiento debería direccionarse hacia arriba (hacia quienes deciden y tienen poder de acción) y no en horizontal (entre nosotrxs)”, asegura. 

“​​En un mundo como el de hoy en día, todxs vivimos en constante contradicción, yo la primera, y aunque personalmente siempre intente hacer “lo correcto”, probablemente no siempre lo consiga, pero en el proceso trato de aprender y mejorar”, dice.

El descargo de Rosalía en sus redes sociales. Crédito: Instagram/@rosalia.vt
El descargo de Rosalía en sus redes sociales. Crédito: Instagram/@rosalia.vt

Para finalizar, Rosalía asegura que su mensaje no es suficiente dentro de un contexto de violencia extrema, como en el que se está contando: la lucha por la libertad de Palestina. “Quiero finalizar con un profundo respeto y agradecimiento a las personas que realmente actúan como ONG’s, activistas, voluntarios, sanitarios, trabajadores, cooperativas, asociaciones y periodistas, dedicando su vida a ayudar en esta causa y muchas otras”, reflexiona.

En un escenario global donde cada vez más figuras públicas se pronuncian a favor del pueblo palestino, el silencio o la tibieza resultan elocuentes. Actores como Pedro Pascal, Nicola Coughlan (Bridgerton), Joaquin Phoenix, o incluso la activista Greta Thunberg, ya lo hicieron. También artistas como Residente, que canceló su show en el FIB tras descubrir que el festival recibía fondos de inversión ligados a Israel. En cambio, Rosalía eligió mantenerse al margen, apelando a una supuesta neutralidad que, según muchos, la aleja del compromiso y la convierte en cómplice pasiva.