Silencio, heridas y reencuentro: Harry y Carlos III frente a la reconciliación
Tras más de un año y medio sin verse, padre e hijo se reunieron en Clarence House. La enfermedad del monarca y el peso de los vínculos rotos ponen en primer plano las dificultades de sanar lazos familiares cuando el silencio se prolonga demasiado.
El esperado reencuentro entre el príncipe Harry y el rey Carlos III finalmente se produjo en Londres. Después de numerosas especulaciones, el hijo menor del monarca fue visto llegando a Clarence House, la residencia real, marcando la primera reunión padre-hijo en más de un año y medio.
El último encuentro había tenido lugar en febrero de 2024, poco después de que Carlos III anunciara públicamente su diagnóstico de cáncer. Desde entonces, los rumores sobre un acercamiento se habían multiplicado, aunque ninguno había llegado a concretarse hasta ahora.
El duque de Sussex viajó al Reino Unido el 8 de septiembre con un doble objetivo: participar en actos benéficos y rendir homenaje a la reina Isabel II en el tercer aniversario de su fallecimiento. Tras asistir a los Premios WellChild y a actividades en Nottingham, Harry se trasladó a Londres, donde finalmente se reunió con su padre el 10 de septiembre.
La prensa británica lo captó llegando en automóvil a Clarence House alrededor de las 17:20 horas. Este gesto coincidió con la llegada del rey desde Escocia, tras permanecer varios días en el Castillo de Balmoral.
Fuentes cercanas a Harry reconocieron a PEOPLE que, durante meses, el monarca había evitado responder a llamadas y mensajes de su hijo. El propio Harry admitió en entrevistas que su libro de memorias, Spare, complicó aún más el diálogo. Pese a ello, en julio se habrían restablecido los primeros puentes de comunicación gracias a los asesores de ambas partes.
Otro punto de fricción fue el litigio del duque con el gobierno británico por la eliminación de su seguridad financiada con fondos públicos, tema que colocaba al rey en una posición incómoda como jefe de Estado.
Aunque el reencuentro representa un avance, persisten las tensiones con su hermano, el príncipe Guillermo. Pese a encontrarse a pocos kilómetros de distancia durante esta visita, no hubo acercamiento entre ellos. Los historiadores Robert Lacey y Amanda Foreman coinciden en que la ruptura entre los dos príncipes sigue siendo “muy profunda y difícil de revertir”.