Una historia desgarradora. Un bebé nació en Córdoba por subrogación de vientre, nueve semanas antes de lo previsto, pero la mujer francesa que había acordado su gestación rechazó adoptarlo. La mujer que lo gestó tampoco puede hacerse cargo de su crianza. La justicia cordobesa ahora decidió que el niño está en situación de adoptabilidad, por lo que se busca una familia que lo reciba.

Cuando nació, el nene tuvo que estar internado varios días en un sanatorio cordobés porque sufría de problemas respiratorios y otras complicaciones propias del nacimiento prematuro. Tras recibir el alta, lo hospedó una familia de acogimiento mientras se definía su situación legal.

El problema fue que la mujer francesa que lo había “encargado” mandó una carta a la embarazada para expresar que no deseaba establecer vínculo con el niño. La mujer que llevó adelante el embarazo no podía hacerse cargo económicamente de su cuidado, pero deseaba que el bebé fuera adoptado por una familia que le brinde amor y cuidado.

La Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf) pidió a la Justicia que declare al niño “en situación de adoptabilidad”. Este jueves, la jueza María de los Ángeles Pascual hizo lugar al pedido. En su resolución, consideró que el abandono fue una “vulneración directa a su dignidad humana”. 

La subrogación de vientre es una práctica que se realiza en Argentina pese a que no está regulada por ningún marco normativo, y en otros países está prohibida. Por eso la jueza alertó sobre la “cosificación” de los niños nacidos por esta técnica.

"Un niño no es un producto que pueda ser aceptado o rechazado, sino un sujeto de derechos que merece respeto, cuidado y amor”, dijo Pascual. Y agregó: “Nunca un niño puede ser tratado como un encargo. Estamos hablando de una vida, y toda vida humana merece ser bienvenida no como un objeto deseado, sino como un sujeto amado”.